Fue descrita por primera vez en 1992 y se describió como una asociación entre desórdenes alimenticios, amenorrea yosteoporosis. La amenorrea se define como la ausencia de la menstruación durante un mínimo de tres meses.
El Colegio Americano de Medicina del Deporte publicó recientemente su posición sobre este tema. En esta declaración, la tríada fue descrita como la asociación entre baja disponibilidad de energía (con o sin trastornos de la alimentación), amenorrea y osteoporosis. En la actualidad, la baja disponibilidad de energía es considerado el punto mas importante como causa de la triada (esto es lo que llega a producir amenorrea y luego osteoporosis)
La baja disponibilidad de energía puede ser el resultado de exceso de ejercicios o consumo reducido de energía. Los trastornos de la alimentación como anorexia nerviosa o bulimia pueden estar ligados con la baja disponibilidad de energía. La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio caracterizado por una restricción exagerada de la ingesta de calorías (comer muy poco). Las personas con anorexia se ven o sienten obesas, tienen una percepción negativa de su auto imagen y un miedo exagerado de ganar peso, aunque la persona afectada usualmente está por lo menos 15% por debajo de su peso ideal por edad y tamaño.
Los dos subtipos de anorexia son restrictiva (comer poco) y la anorexia por purga. Las personas con bulimia nerviosa suelen entrar en ciclos de ingesta obesiva de alimento seguida por vómito inducido, u otros comportamientos que compensan estas ingestas como períodos prolongados de ayuno o ejercicio excesivo. Las mujeres que no cumplen con todos criterios para anorexia o bulimia se clasifican como pacientes con un "trastorno alimentario-no especificado de otra manera".
Aunque la amenorrea es el trastorno menstrual más grave que se asocia con la tríada, también puede haber otros trastornos asociados como la oligomenorrea (ciclos menstruales en intervalos de más de 35 días).
La baja disponibilidad de energía puede inducir amenorrea, que tiene un impacto negativo en la densidad ósea, ya que se suprime la producción de estrógenos. Los estrógenos estimulan el crecimiento óseo.
La osteoporosis (es decir, una disminución de la densidad mineral ósea) aumenta el riesgo de fracturas en las atletas. Esta condición se define como una medida de dos desviaciones estándar (DE) por debajo de la densidad ósea media. El examen que nos da estos resultados se llama densitometría ósea. Este examen analiza dos medidas diferentes. La puntuación T que mide la densidad mineral ósea (DMO) en una mujer posmenopáusica, comparando su DMO con la DMO promedio de un adulto joven. La otra medida que se analiza es la puntuación Z, que compara las DMO de mujeres jóvenes con la de grupos controles de la misma edad. Una puntuación Z inferior a 1,0 SD por debajo del promedio justifica una investigación más profunda de la baja densidad mineral ósea.
Hay disciplinas deportivas en las que la incidencia de la tríada es más frecuente. Estos deportes incluyen aquellos en los que la imagen corporal es importante. Las atletas que participan en gimnasia, carreras de fondo y danza tienen mayor riesgo de desarrollar la tríada. Estas atletas hacen ejercicio excesivo mientras se restringen de la ingesta calórica ya sea por cantidad o por tipo de alimentos. Es importante hacer rastreos en estos grupos de atletas para la detección temprana de la tríada ya que los resultados del tratamiento son mucho mejores si se tratan en las fases iniciales de la enfermedad. Se debe poner atención especial a las costumbres nutricionales en las atletas y si se notan anormalidades, empezar de inmediato con tratamiento nutricional.
El tratamiento de la tríada requiere de un abordaje multidisciplinario. Deben participar especialistas en medicina deportiva, nutrición y psicología. La evaluación inicial debe ser llevada a cabo por todos los especialistas. Una vez identificado el problema, se deben desarrollar planes de tratamiento específicos y adaptados individualmente. Obviamente, cualquier complicación médica que amenace la vida debe ser tratada de primero y sin demora. Ejemplos de esto pueden ser trastornos de electrolitos y anomalías cardiacas.
Subsecuentemente, el objetivo inicial de la terapia es aumentar la disponibilidad de energía que puede consistir en la modificación de la dieta o del ejercicio excesivo. Los trastornos alimentarios de deben ser modificados, y el tratamiento psicológico debe de permanecer no solo durante la fase de tratamiento, si no durante la etapa de curación ya que al taza de recidiva de este trastorno es alta. En cuanto al aspecto físico, el ciclo menstrual debe ser normalizado. Esto a su vez ayudará a mejorar la densidad ósea (DMO). Suplementación con vitamina D y calcio se deben implementar para optimizar la arquitectura ósea y mantener la normalidad.
En el pasado se creía que el uso de anticonceptivos orales ayudaba a restablecer la menstruación y por ende la BMD. Sin embargo, estudios recientes han mostrado resultados variados en relación con la mejora de la BMD.
Un estudio en mujeres adolescentes con anorexia o trastorno alimenticio no especificado de otra manera, que tomaron hormonas durante un año, no mostró un efecto estadísticamente significativo en los cambios de la mas ósea corporal (BMD).
En conclusión, la tríada es una entidad bien reconocida que debe ser identificada temprano en su curso para que el tratamiento pueda iniciarse antes del desarrollo de graves consecuencias que pueden potencialmente fatales.